«Los hombres hemos aspirado desde la Antigüedad a crear seres artificiales. Durante siglos el arte y la tecnología han contribuido a alimentar la ilusión de que se trata de un anhelo realizable. Santiago Koval, en este sugerente y documentado libro, indaga con fina inteligencia el modo en que el cine de ciencia ficción, desde la fundacional Metrópolis de 1926, ha reflejado y ayudado a moldear el imaginario moderno sobre robots, androides, ciborgs y poshumanos, renovado por la aceleración del desarrollo tecnocientífico que se produjo a finales del siglo XX». Dr. Diego Levis
La tecnología es el motor del cambio humano. Su evolución marca el ritmo de las civilizaciones, pero su influjo solo asume verdadera fuerza cuando viene acompañado por otra capacidad humana, que la precede y condiciona a todo momento: la imaginación. La proyección imaginaria, expresada por lo general en la forma de discurso, es el verdadero engranaje del desarrollo del medio social. Combinadas, tecnología e imaginación, forman una poderosa usina de transformación de lo real que ha ejercido presión sobre la cultura desde la noche de los tiempos.
El desarrollo tecnocientífico regula los límites de lo realizable (lo que se puede hacer), el discurso imaginario, las fronteras de lo concebible (lo que se puede pensar). El uno y el otro, retroalimentados y articulados íntimamente por la trama infatigable de la historia, despiertan en el seno social fantasías y aspiraciones de realidad entre lo posible y lo pensable, que se despiertan una y otra vez en el ideario colectivo.