Computadoras, Internet y educación: ¿una relación inseparable?

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1. Introducción

Desde hace más de cuarenta años, las computadoras se han ido incorporando, cada vez más, a todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana, modificándolos continuamente. A partir de la década del 70, con la creación del microprocesador, las computadoras comenzaron a ser cada vez más personales [1] y su uso se ha transferido a distintos terrenos de la vida cotidiana. En el trabajo, en la escuela, en las universidades, en todas partes, tenemos una computadora que modifica nuestra forma de trabajar, de estudiar, de relacionarnos. Hoy en día, es casi imposible imaginar un hogar que no posea una computadora o una escuela que no enseñe computación.

En el mundo de la educación, la computadora ha llegado para sustituir el papel y el lápiz y, con ello, modificar el paradigma educativo. La incorporación de las computadoras, a través de distintos planes gubernamentales que fomentan su inclusión dentro del ámbito educativo, produce opiniones encontradas entre quienes postulan que será un gran avance en el terreno educacional (incluyendo nuevos contenidos audiovisuales, incorporando contenidos web que faciliten el alcance de la información, logrando una educación más ágil y completa), y quienes proponen, por el contrario, que esto no mejora la educación, sino que contribuye al ocio y a que los niños no presten atención en clase y a que no desarrollen capacidades cognitivas esenciales para el crecimiento.

A partir de estas opiniones encontradas, este ensayo pretende investigar si el uso de computadoras e Internet favorece o perjudica el aprendizaje escolar.

2. Educación a la “vieja usanza”

Se han formulado múltiples posturas acerca del uso de la computadora en clase y cómo esto perjudica el aprendizaje de los niños en edad escolar. Por ejemplo, Marianne Peronard afirma que:

“[o]bviamente, la más conocida de las funciones que puede realizar la computadora es la de guardar información para que el usuario la tenga, en grandes cantidades, al alcance de la mano.  Funciona como un  gran almacén que guarda la información que el escritor o  lector requieren  de modo  que este no  necesita  activarla en su memoria de largo plazo para ser utilizada durante sus procesos cognitivos. Gracias a ello, disminuye el esfuerzo mental que significa evocar el conocimiento  y  el  estudiante  puede,  en  cambio, dedicarlo  a  integrar organizadamente la información nueva en sus esquemas mentales previos” (Peronard 2006, 88).

Como postula esta autora, la utilización de las computadoras disminuye el desarrollo cognitivo, ya que el alumno tiene la información guardada en un disco duro y no ejercita la memoria para resolver tareas.

Esta inmediatez en la forma de conseguir información, a su vez, provoca que el alumno no se comprometa con sus actividades en el aula, ya que él sabe que, cuando termine la clase, la profesora le enviará el contenido a su computadora y, por ello, no hará falta que haya prestado atención a lo que le enseñaron presencialmente.

Las computadoras, a su vez, traen un problema mayor: la gran cantidad de información, verídica o no, que circula en la Web acerca de todo tipo de temáticas. Esto recarga al alumno, lo confunde y da lugar a que no logre armar una idea completa acerca del tema que investiga.

Otro de los problemas que traen las computadoras en las aulas es su manejo por parte de los docentes, que a veces son “analfabetos digitales” y no han aprendido a usar correctamente un ordenador. Haciendo referencia a esto, José Martinez explica que:

“Existen
 muchas 
deficiencias 
para 
el 
manejo
 de 
las 
Nuevas
 Tecnologías; generalmente, al maestro, le es 
más 
fácil recurrir 
 a
su tradicional 
forma de enseñar que 
utilizar las 
tecnologías; sin embargo, esto también
 es 
el 
reflejo
 de 
la 
falta 
de 
un proyecto 
nacional 
real 
de 
formación
 y 
actualización
 docente
 de 
acuerdo 
a 
las necesidades 
sentidas 
del 
profesor, es
 decir, existen
 profesores 
que 
ni siquiera en 
su vida 
de 
docente 
han 
tocado 
una 
computadora” (Martinez 2008, 18).

3. Educación y nuevas tecnologías

Se han planteado hasta aquí algunos problemas que trae a la educación la incorporación de las computadoras e Internet en las aulas. Pero también es necesario agregar aquí los beneficios asociados al hecho de que los salones de clases se adapten al mundo tecnológico en que vivimos.

Cada vez más, los niños y adolescentes, se encuentran curiosos e inmersos en las múltiples soluciones y conocimientos que les ofrecen las nuevas tecnologías; la educación habitual no puede abarcar todas las áreas de la vida cotidiana, a menos que se adapte a la globalización y a la “Revolución informática”. Para ejemplificar esto, Garcia Vera afirma:

“Los sistemas tradicionales de enseñanza no pueden absorber todo el conocimiento ni transmitirlo con los  sistemas habituales de enseñanza, como tampoco pueden proporcionar  a todos un acceso equitativo al saber y a la información. Por ello, es necesario utilizar nuevos modos de educación, de aprendizaje y de compartir el saber en  todos los niveles de la sociedad, entonces, es cada vez mayor el requerimiento de toda una gama de servicios y de técnicas” (García Vera 1995, 7).

Progresivamente, se ha vuelto necesaria la educación informática, puesto que el mundo está cada vez más globalizado y es necesario tener conocimientos informáticos para lograr una correcta inserción laboral. Por ello, es recomendable promover el uso de la computación desde el ámbito educativo, como postula Francisco Martinez:

“La tendencia impuesta por el cambio social va de la permanencia a la transitoriedad… cada vez son más las empresas que solicitan del sistema educativo, para los niveles de empleo medios y altos, buenos generalistas, encargándose ellos de la formación que necesitan. Requieren, por tanto, del sistema educativo, la formación de unas personas cultas, dotadas para el cambio y la adaptación rápida a nuevas situaciones” (Martinez 1996, 1).

A su vez, los sistemas educativos de computación tienen contenidos interactivos, audiovisuales, con información actualizada, que permiten un desarrollo intelectual del alumno. Un sistema ágil y completo, más entretenido, que ayuda a fijar conocimientos de manera más didáctica.

4. Conclusión

Desde hace más de cuarenta años, las computadoras e Internet han comenzado a modificar todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, dando lugar a una conectividad con el mundo en todo momento. En el ámbito educacional, los ordenadores han venido a modificar el paradigma educacional remplazando los arcaicos sistemas educativos por otros nuevos, interactivos, en los que el estudiante puede intercambiar información, interactuar con el software y aprender mientras juegan. Esto ha generado una gran controversia entre quienes afirman que esto beneficia a la educación y quienes creen que perjudica las habilidades cognitivas.

Desde nuestro punto de vista, las comodidades y capacidades intelectuales que puede ofrecer la computación superan a los problemas asociados a su uso; y se hace necesaria, por lo tanto, su implementación en la educación moderna. Desde ya, esto debe hacerse de forma regulada y progresiva. Debe realizarse, previamente, una correcta capacitación de los niños y docentes acerca de cómo utilizar la Web, cómo manipular el software y cómo sacar mayor provecho a las nuevas tecnologías educativas.

 

 

Ensayo escrito en 2012 por María Agostina Bernia para la materia Taller Multimedia, que dicto en la carrera Gestión de Medios y Entretenimiento, de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE, 2012).

5. Bibliografía

Martinez, José L. 2008. “Las condiciones institucionales de formación de los maestros para el uso de las nuevas tecnologías en la escuela primaria”.  En: EDUTEC: Revista Electrónica de Tecnología Educativa N°28. Versión Online: http://edutec.rediris.es/Revelec2/revelec27/articulos_n27_PDF/Edutec-E_JLMartinez_n27.pdf (Visto el: 01/10/2012)

Peronard, Marianne 2006. “Lenguaje escrito y tecnología”. En: Boletín de Filología. Tomo XLI: 77- 95. Versión Online:  http://www.derechoyhumanidades.uchile.cl/index.php/BDF/article/viewFile/20663/21831. (Visto el: 01/10/2012)

Almenara, Julio C. 1996. “Nuevas tecnologías, comunicación y educación”. En: EDUTEC: Revista Electrónica de Tecnología Educativa N°1. Versión Online: http://www.uib.es/depart/gte/revelec1.html (Visto el: 01/10/2012)

Campos Arias, A. y otros, 2000. “Actitudes de los estudiantes y los docentes hacia la computadora y los medios de aprendizaje”. En: Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa. Versión Online: http://investigacion.ilce.edu.mx/panel_control/doc/c36,act,intro,d1.pdf . (Visto el: 01/10/2012)

Martinez, Francisco 1996. “Educación y nuevas tecnologías”. En: EDUTEC: Revista Electrónica de Tecnología Educativa N°2. Versión Online: http://www.doredin.mec.es/documentos/01220103007043.pdf (Visto el: 01/10/2012)

Battro. Antonio M. y Denham, Percival J. “La educación digital. Una nueva era del conocimiento”. Buenos Aires: EMECE, 1997. Versión Online: http://www.byd.com.ar/edwww.htm (Visto el: 01/10/2012).

Colaboradores de Wikipedia. “Historia de las computadoras personales”. Wikipedia, La enciclopedia libre, 2012. Versión Online: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Historia_de_las_computadoras_personales&oldid=60661495 (Visto el: 19/10/2012)

6.  Referencias


[1] Colaboradores de Wikipedia. “Historia de las computadoras personales”. Wikipedia, La enciclopedia libre, 2012.

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