Sonidos de la nueva era: la influencia de la música electrónica

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1. Introducción

A partir del siglo pasado, debido a los rápidos y continuos avances tecnológicos, comenzaron a modificarse las concepciones de la época con respecto a la música como forma artística. Desde el desarrollo de la cinta magnética en la década de 1950 hasta la digitalización en el siglo XXI, la música se vio constantemente influenciada por la tecnología y por las técnicas que permitían, en los comienzos, grabar y, más adelante, perfeccionar cada vez más los sonidos almacenados.

Este ensayo tiene como objetivo presentar las diferentes posturas sobre la relación entre música y tecnología que se expusieron a lo largo de estas últimas décadas, analizando si las invenciones tecnológicas son capaces de ampliar las posibilidades creativas del compositor, o si las mismas influyen negativamente en la concepción de la música como arte.

2. La tecnología impide una relación pura entre el artista y el público

En el siglo pasado, luego de la revolución que implicó la creación de los métodos que permitían grabar y reproducir la música en cualquier lugar en el que se disponía de un tocadiscos, se modificó la forma en la que el público concebía el arte musical. En épocas anteriores, para escuchar música debía asistirse a un concierto o, en su defecto, uno debía disponer de la partitura para tocarla uno mismo (si se tenía la habilidad). En cambio, la reproducción técnica permitió que las masas tengan acceso más fácil y directo a la escucha, y que esta se vuelva, lentamente, cada vez más parte de la vida cotidiana.

Simon Frith (1988) contrapone el pop y al rock como ejemplo de los nuevos géneros musicales que surgieron a partir de la “nueva era”. Presenta al primero como un ejemplo de artificialidad, y al segundo como el vestigio de autenticidad que, pese a las capacidades manipuladoras del sonido que ofrece la tecnología, se resiste a desaparecer. Así, escribe que la ideología del rock se basa en que:

“los sonidos naturales son más auténticos que los cocinados […]. Cuanta menos tecnología haya entre el emisor y el receptor, más honesta será su relación, y menores las posibilidades de manipulación y falsedad” (Frith, 1988, 182).

Por lo tanto, podríamos decir que la música que es falsa es mala y, en este caso, la tecnología influye negativamente en el concepto de pureza, que siempre estuvo ligado al arte. Asimismo, el pop representaría un claro ejemplo del uso de la tecnología como medio para crear música “imposible de reproducir en vivo” (Frith, 1988, 188) y, de esta manera, acentuar cada vez más la diferencia entre la escucha de una grabación y la experiencia de un concierto.

Otro aspecto que se podría resaltar es que la introducción de la música electrónica permitió a los músicos trascender las capacidades físicas del manejo de instrumentos musicales. William Brooks (2006) explica que, de forma previa a estos inventos, el artista debía poseer habilidades especiales y un entrenamiento exhaustivo para manipular el instrumento de la mejor manera. En cambio, en la actualidad, cualquier persona que disponga de un sintetizador, por ejemplo, podría crear música y, gracias a Internet, compartirla con el mundo.

Brooks agrega que el consumidor ahora puede controlar él mismo cualquier aspecto del objeto musical, mediante un sólo dispositivo:

“El material puede ser descargado, editado, procesado y reproducido en la misma operación, lo que disuelve las distinciones entre la performance, la reproducción y la recepción” (Brooks, 2006, 337).

En resumen, de acuerdo con este primer punto de vista, la tecnología minimizaría la noción de un artista como persona con habilidades únicas, ya que cualquier persona que posea un dispositivo de estas características podría crear o manipular música de una manera sencilla.

En el próximo apartado veremos que el proceso de creación musical mediante estos métodos no es tan simple como se suele pensar.

3. La tecnología permite que los músicos puedan innovar

Xavier Berenguer (2002) es uno de los tantos autores que exponen los beneficios que la tecnología le brinda a la música. Sostiene que la invención de la música electrónica abre un nuevo paradigma en lo que respecta a la composición de obras, ya que ofrece mecanismos que brindan ilimitadas posibilidades creativas a los artistas contribuyendo, de esta manera, a la innovación. Asimismo, resalta el imprescindible papel que cumple el ordenador en la creación de obras artísticas:

 “El ordenador es […] una prótesis de la mente y, como tal, se halla a disposición del artista; en particular, del artista para el cual creatividad y técnica constituyen las dos caras de la misma moneda” (Berenguer, 2002, 5).

Es decir, la tecnología permite la conjunción de habilidades creativas y técnicas en una misma persona, lo que da lugar a una nueva noción de artista.

La  tecnología, según Simon Frith, contribuyó a la expansión del negocio del entretenimiento, y ha permitido “nuevas posibilidades para la forma de expresión individual y colectiva” (Frith, 2006).

Con respecto a la manipulación de sonidos que permiten los medios tecnológicos, podríamos decir que los mismos pueden ayudar a mejorar posibles defectos y a explorar posibilidades que, antes de la invención de estas técnicas, jamás podrían haber sido concebidas. Lo que la tecnología determina es la organización de los diferentes sonidos en la grabación o en el concierto, pero no la forma en que éstos serán apreciados por el público.

4. Conclusiones

Tal como escribe Brooks, “la música moderna comenzó cuando los consumidores pudieron comprar la posibilidad, y no la experiencia de escucharla” (Brooks, 2006, 332). A partir de ese momento, los artistas se vieron alejados físicamente de sus públicos, pero también es cierto que esto les permitió alcanzar, a través de las grabaciones en discos, a una audiencia que jamás había tenido acceso a ellos.

Acercándonos a la actualidad, hay aspectos de la tecnología que deberían ser utilizados prudentemente, por ejemplo, los excesivos retoques de las imperfecciones vocales. Sin embargo, desde nuestro punto de vista, las ventajas que la electrónica ofrece en la música son muy valiosas, principalmente las ilimitadas posibilidades creativas que ofrece.

Fuente de la imagen.

Ensayo escrito en 2012 por Evelyn Goldszier para la materia Taller Multimedia, que dicto en la carrera Gestión de Medios y Entretenimiento, de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE, 2012).

5. Bibliografía

BERENGUER, Xavier. Arte y tecnología: una frontera que se desmorona [en línea]. Artnodes, Revista de Arte, ciencia y tecnología 1695-5951 2003. Núm. 2, 2002. [Citado septiembre 13 2012] Disponible en <http://www.uoc.edu/artnodes/espai/esp/art/xberenguer0902/xberenguer0902.pdf>

BROOKS, William. Music: sound: technology [en línea] en The Cambridge companion to modern American culture. Ed. Cambridge University Press, 2006. [Citado septiembre 20 2012] Disponible en <http://wxy.seu.edu.cn/humanities/sociology/htmledit/uploadfile/system/20110228/20110228173300635.pdf#page=349>

FRITH, Simon. El arte frente a la tecnología: el extraño caso de la música popular [en línea]. Papers: revista de sociología; Núm.: 29 Sociología de la música, 1988. [Citado septiembre 13 2012] Disponible en <http://ddd.uab.es/pub/papers/02102862n29/02102862n29p178.pdf>

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