Efectos del uso de dispositivos tecnológicos en niños pequeños

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¿De qué manera el uso de aparatos tecnológicos afecta a niños pequeños?

Introducción

En los últimos años, ha habido una cantidad notoria de avances tecnológicos cuyo uso trasciende a las nuevas generaciones que acceden a su uso a edades cada vez más tempranas. La televisión, los juegos de video, el Internet y los aparatos tecnológicos, tales como el ipad, se han vuelto parte de la vida cotidiana de niños pequeños. Según investigadores, no son actividades apropiadas y requieren de vigilancia de los padres (Walsh, 2005)[1], pero, al mismo tiempo, pueden mejorar el rendimiento y el desarrollo de facultades cognitivas.

Esto conduce a la siguiente pregunta: ¿de qué manera el uso de dispositivos tecnológicos afecta a los niños pequeños? Existen varias teorías y muchas dependen del tipo de dispositivo que se esté usando. La televisión generalmente se asocia a efectos negativos por el hecho de que los niños pasan frente al televisor por horas sin realizar nada productivo. En cambio, las tablets o ipads tienen la opción de descargar aplicaciones de entretenimiento que al mismo tiempo son educativas, de manera que los niños no solo se entretienen visualmente, sino que también aprenden e interactúan activamente.

El efecto positivo de los dispositivos tecnológicos

Los aparatos de tecnología afectan y crean problemas en los niños pequeños si son utilizados por mucho tiempo. Según estudios recientes, se pueden destacar tres tendencias principales. La primera es el consumo diario que los niños le dan a estos medios; la segunda se refiere a que existe una imitación y aprendizaje del lenguaje que reciben; por último, el modo en que afecta la capacidad de atención el contenido de los videos y programas (Rodríguez Sánchez 2012, 24) [2].

En muchos hogares, la televisión y los videojuegos son parte fundamental de la vida de los niños. Muchos pasan más de 5 horas diarias frente a una pantalla sin hacer nada productivo. Estudios desarrollados por Certain y Kahn (2001), Rideout, Vandewater, Wartella (2003) y Hamel (2006) establecen que:

“El 17% de los niños entre 0 y 11 meses, el 48% de 12 a 23 meses, y el 41% de 24 a 35 meses ve más de dos horas diarias de televisión. En un día normal, el 68% de los niños menores de 2 años usa las pantallas […]. El 35% veía programas educativos para niños, el 40% una mezcla entre programas educativos y de entretenimiento para niños y el 20% programas para niños y adultos (Rideout y Hamel, 2006) la edad promedio en la que los niños empiezan a ver la televisión es a los 9 meses.” (Rodríguez Sánchez, 2012, 26)

Al respecto, el Consejo Nacional de Televisión de Chile realizó un trabajo de investigación en el que se determinó que a medida que crece la edad de un niño, mayor es el tiempo que dedica a la televisión. En el estudió se llegó a la conclusión de que los niños de entre 19 y 23 meses de edad (un poco menos de 2 años) miran un promedio de 2.86 horas al día de televisión y casi una hora lo hacen solos (Idem, 27). Al dejar a un pequeño mirando tanto tiempo televisión, es posible que se vea afectado negativamente a raíz de este estímulo. Este medio hace que la actividad que realice el niño sea solamente receptiva, lo que causa que se mantenga alejado de la realidad que lo rodea, es decir, se introduce en un mundo imaginativo y pierde su capacidad de interacción social. Si un niño permanece por mucho tiempo en este mundo imaginario, puede hacerse luego más difícil alejarlo de él.

Este uso de dispositivos genera factores que perjudican física y emocionalmente a los niños, del mismo modo en que lo hace la mala nutrición o la obesidad. Pasar frente a una computadora o un televisor es una manera de pasar el tiempo de manera entretenida, pero se descarta en ello todo tipo de ejercicio físico necesario para el desarrollo saludable. Los niños que ven mucha televisión se exponen a publicidades de comida dirigidas hacia ellos pero sin presentarles nada nutritivo. Esto se debe a que estas propagandas llaman la atención de los pequeños por el mismo hecho que generalmente presentan comida no saludable (Walsh 2005, 1).

Así también se producen actitudes agresivas y violentas debido a que muchos de los programas de televisión o videojuegos actuales poseen contenidos violentos que hacen que el niño los imite y los aplique a su realidad. También influye en la falta de atención y de rendimiento cognitivo causado por efectos secundarios de estos dispositivos que afectan el desarrollo mental de los niños (Idem).

El efecto negativo de los dispositivos tecnológicos

A pesar de los factores negativos y las desventajas asociados a este tipo de tecnología en edades tempranas, algunos de los dispositivos tecnológicos impulsan el desarrollo y aprendizaje de los niños pequeños utilizándolos como recurso de enseñanza y entretenimiento.

Actualmente, han surgido aparatos como el ipad o tablets que contienen aplicaciones destinadas a la enseñanza y al desarrollo infantil. Las ventajas de estas aplicaciones es que muchas de ellas están creadas para leer, jugar, ver videos, etc. De esta manera, un niño interactúa con un aparato electrónico al mismo tiempo que aprende. Además, desarrollan una capacidad de utilización natural de un dispositivo digital, es decir, se presenta como una forma muy agradable de enseñanza que sustituye un libro común por algo más entretenido (Laura Marés, 2012,7).

Durante sus primeros años, los niños pequeños aprenden por medio de la imitación. Las tablets y ipads tienen la característica de que, a medida de que el niño interactúa, tenga la posibilidad de imitar ejercicios. Esto facilita no solo aprender, sino que también aplicarlo de forma innovadora (Litwin 1995,13).

Conclusión

A partir de éste análisis, se pueden observar los aspectos positivos y negativos en ambas posturas. A simple vista, las dos hipótesis son igualmente válidas. Así como la mayoría de dispositivos electrónicos afectan física y mentalmente a los niños, hay un porcentaje de estos aparatos que brindan muchos beneficios, desarrollando nuevas habilidades y mejorando el aprendizaje por medio de una enseñanza interactiva y funcional. A medida que la tecnología avanza, se va concibiendo una manera en que mejore la calidad de enseñanza infantil y cómo volverla más productiva. Con el uso de estas nuevas tecnologías se está logrando lentamente este objetivo, no obstante, se debe de tener especial cuidado en no caer en el exceso de su utilización.

 

 

Ensayo escrito en 2012 por Susana Zavaleta para la materia Taller Multimedia, que dicto en la carrera Gestión de Medios y Entretenimiento, de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE, 2012).

Bibliografía

RODRÍGUEZ SÁNCHEZ, Adriana (2012). Los niños menores de tres años y la televisión: Perspectivas de investigación y debate. Colombia: (inédito)

WALSH, Eileen (2005). Los niños pequeños y los aparatos electrónicos. Berkely, California: Childcare Health Program.

MARÉS, Laura (2012). Tablets en educación: Oportunidades y desafíos en políticas uno a uno. Buenos Aires: Organización de Estados Iberoamericanos.

LITWIN, Edith (1995). Tecnología educativa: política, historias, propuestas. Buenos Aires: Ediciones Paidós SA.


[1] Childcare Health Program, Los Niños Pequeños y los Aparatos Electrónicos, Walsh, Eileen 2005

[2] Referencia al texto extraído de Los niños menores de tres años y la televisión – (Anderson y Pempek (2005), Schmidt et al. (2005), Thakar, Garrinson y Christakis (2006), DeLoache y Chiong (2009), Krcmar (2010), Wartella, Richert y Robb (2010). (Autor: Rodriguez Sánchez, Adriana 2012)

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